Saltos para la procreación
La brama o período en el que una perra está lista para ser montada por
un macho ocurre con el aparecimiento del ciclo estral. Hay ejemplares
que están listas para copular días previos al sangrado; otras son
receptivas durante el sangrado y algunas no permiten el salto del macho
hasta pasada la hemorragia. Todo es cuestión de sus cambios hormonales
y cómo estos incidan en su comportamiento.
El apareamiento puede tardar de cinco hasta 45 minutos o más, porque la
eyaculación del macho se efectúa por goteo. A esto se debe que ambos
animales permanezcan “pegados”. Anatómicamente, producto de la
irrigación sanguínea de la cópula, la hembra detiene al macho y adoptan
la posición más cómoda hasta que éste expulsa todo su semen. De ahí que
una monta de menos de cinco minutos no es considerada buena; en este
corto tiempo son pocas las posibilidades de fecundación de los óvulos
que haya liberado la hembra.
Los médicos veterinarios coinciden en que es importante dejar
tranquilos a los animales mientras se están apareando. Si se les
molesta o asusta, puede que súbitamente se separen y la brusquedad
tiende a ocasionarles problemas fisiológicos, incluso de
comportamiento. Si ellos asocian la cópula con dolor, ya no intentarán
volver a unirse.
Período de gestación
El que una hembra sea preñada en la primera cópula depende no sólo del
tiempo de la monta, sino de la calidad del semen del macho. Por lo
general, una perra es multiovular; su ciclo fértil dura entre 9 y 14
días —desde el inicio de su ciclo estral— y el apareamiento influye en
la liberación de los óvulos. Pero el número de crías varía según la
raza de los animales.
Otro dato comprobado es que una hembra puede quedar preñada de
distintos machos, y con la ayuda de exámenes genéticos es posible
determinar quién es el padre de cada cachorro.
Tiempo de espera
La gestación dura de 60 a 64 días, ó 62 días más/menos cuatro. Por eso,
los médicos veterinarios recomiendan anotar la fecha en que se haya
producido la monta y estar pendientes de los cambios físicos y de
comportamiento que manifieste la perra.
Hay algunas que requieren más cariño en esta etapa y se vuelven más
apegadas a sus cuidadores; otras se aíslan y se tornan irritables. De
nuevo es cuestión de hormonas.
Lo importante es brindarle a la mascota mucho afecto y jamás causarle
daño físico o verbal. Hay que recordar que se trata de un ser vivo y la
manera en que sea tratada repercutirá tanto en su salud física y
emocional como en la de sus crías. Los cachorros de hembras que fueron
agredidas durante la preñez se tornan agresivos, traicioneros o
mordelones cuando llegan a la adultez. En el caso de que las crías sean
hembras, algunas se convierten en malas madres, todo producto del daño
que hayan percibido mientras estaban el útero materno.
Cuidados vitales
La futura madre canina
requiere atención y cariño mientras da a luz. Si se le maltrata tendrá
cambios en su comportamiento. Incluso los pequeños pueden verse
afectados y presentar diversas acciones negativas mientras van
creciendo.
Es importante que la hembra continúe haciendo el ejercicio habitual,
porque le ayuda a mantener el tono muscular y prevenir la obesidad. Aún
cuando la alimentación de la perra sea de buena calidad, conviene
cambiar paulatinamente su concentrado a uno fabricado para cachorros,
ya que éste posee mayor cantidad de proteínas, así como de otras
vitaminas y minerales que contribuyen a la formación de las crías.
Durante las últimas semanas los bebés ocupan más lugar en el cuerpo de
la madre porque en ese tiempo tienden a crecer más. Durante todo el
período de gestación es mejor aumentar la frecuencia de las comidas a
tres veces por día, mas no la cantidad.
¿Parto normal o cesárea?
En la actualidad es posible practicarles a las perras en gestación una
pelvimetría para saber si darán a luz a sus cachorros de manera normal
o si requerirán de una intervención quirúrgica. La cesárea es necesaria
sobre todo en razas pequeñas, pero no es recomendable practicarle a una
hembra más de tres de estas cirugías a lo largo de su vida reproductiva.
En los partos normales las crías nacen individualmente, cada una
envuelta en su placenta, y pueden presentarse de cabeza o al revés.
Luego las hembras las lamen para estimular su circulación.
A las madres primerizas es posible ayudarlas limpiando las vías aéreas
de los recién nacidos y secándolos con toallas limpias. Después del
nacimiento es adecuado que un médico veterinario revise a los perros
para cerciorarse que todo marcha con normalidad
Fuente: www.sobreperros.com