Febrero 2009
El estudio, que duró un año, demostró que
los métodos agresivos de entrenamiento de perros, que incluyen golpear
a los animales o intimidarlos, no sirven para corregir en ellos
comportamientos inadecuados, y de hecho pueden propiciar respuestas
violentas por su parte.
En el proceso de investigación se realizaron
140 encuestas sobre el trato de los dueños hacia los perros, cuyos
resultados demostraron que el entrenamiento basado en el dominio
provoca miedo en estos animales y puede dar lugar a ataques contra el
entrenador.
Los veterinarios que realizaron la
investigación advierten por estas razones a los dueños de perros de los
riesgos asociados con estos métodos, y proporcionan una guía y recursos
para una gestión segura en el proceso de modificación de la conducta de
estos animales.
Fuente: www.upenn.edu